Muchas personas que desean alcanzar la maternidad y la paternidad corren contra el reloj biológico, lo que puede generar ansiedad y estrés, dificultando todavía más las posibilidades de concebir. Además, algunas personas no se encuentran preparadas para formar una familia todavía, pero no quieren renunciar a ese sueño. Por otro lado, también hay quienes atraviesan dificultades de salud que luego les impide embarcarse en un proceso de concepción de forma natural.
Afortunadamente, la medicina y la ciencia han encontrado alternativas para preservar su fertilidad a todas las personas que así lo desean y necesitan. En la actualidad, la congelación de óvulos y espermatozoides es posible, y brinda oportunidades que expanden la planificación familiar a nuevos horizontes.
En la clínica Babynova, existe un equipo médico especialista que se encuentra abocado a hacer realidad todos esos proyectos.
Congelación de óvulos y espermatozoides, ¿cómo funciona?
La criopreservación brinda esperanza a aquellos que desean preservar su fertilidad para el futuro. Mediante esta técnica, los óvulos y espermatozoides se congelan en contenedores con nitrógeno líquido, manteniéndolos en un estado de suspensión vital a temperaturas extremadamente bajas. De esta forma, estas células reproductivas pueden conservarse biológicamente intactas durante un tiempo indefinido.
Una vez que se ha tomado la determinación de iniciar el tratamiento de reproducción asistida con óvulos o espermatozoides que han sido criopreservados, se lleva a cabo el proceso de descongelación y se utilizan en técnicas como la fecundación in vitro (FIV) o la inseminación artificial (IA).
Los avances en esta tecnología han permitido alcanzar altas tasas de éxito, brindando así la posibilidad de cumplir el sueño de tener hijos en el momento que se considere adecuado.
El momento ideal para la criopreservación
No hay una edad precisa o límite para considerar o descartar la crioconservación, ya que la decisión de optar por ella depende de varios factores individuales y circunstancias personales.
No obstante, hay ciertos indicadores que conviene tener en cuenta:
- Planificación familiar: a partir de los 35 años, la fertilidad femenina empieza a disminuir de manera progresiva. La crioconservación se convierte en una opción excelente para aquellas mujeres que desean retrasar la maternidad o que han enfrentado dificultades para concebir.
- Tratamientos médicos: algunos tratamientos médicos, como la quimioterapia o la radioterapia, pueden tener un impacto en tu fertilidad. Por esta razón, la crioconservación se presenta como una alternativa para preservar tus óvulos o espermatozoides antes de comenzar el tratamiento.
- Enfermedades: si padeces alguna enfermedad genética o crónica que pueda comprometer tu fertilidad en el futuro, la crioconservación puede ofrecerte la posibilidad de tener hijos biológicos sin el riesgo de transmitirla.
- Relaciones de pareja: si actualmente no tienes pareja o aún no has tomado una decisión sobre si quieres tener hijos en el futuro, la crioconservación te ofrece la oportunidad de preservar tu fertilidad para cuando encuentres a tu pareja ideal y tomes esa decisión, o simplemente cuando desees hacerlo.
No obstante, también es importante considerar factores de la vida personal, tales como:
- Historial médico: es crucial considerar el historial médico, personal y familiar, incluyendo antecedentes de infertilidad o enfermedades que puedan afectar la fertilidad, o también derivar en complicaciones a largo plazo en la salud.
- Objetivos personales: reflexionar sobre tus planes de vida y tus deseos de tener hijos puede hacerte decidir por la crioconservación, ya que es una herramienta valiosa que puedes usar para alcanzar tus sueños en el futuro, mientras que ahora cumples tus metas en otros aspectos de tu vida.
- Aspectos emocionales: la decisión de preservar óvulos o espermatozoides debe tomarse con madurez y responsabilidad, considerando las implicaciones emocionales y psicológicas que conlleva.
¿Vives en Uruguay? Tú decides cuándo y cómo empezar a formar tu familia
Al preservar tu fertilidad congelando tus óvulos o espermatozoides, tienes la libertad de decidir cuándo y cómo deseas tener hijos, sin las presiones derivadas del paso del tiempo, o los imprevistos con los que a veces nos sorprende la vida cotidiana.
Si estás contemplando la posibilidad de crioconservación o si te han surgido dudas acerca de esta técnica, te invitamos a contactar a especialistas y realizar consultas a través del sitio web de Babynova.