España es un país con valor y con millones de emprendedores porque millones de médicos no pueden serlo: ni resultados viables ni muchos menos rentables. Hay buenos motivos para que estemos en el mar, además de excelentes cortafuegos que evitan la saturación profesional de nuestro sistema sanitario. Tenemos una profesión mucho más restrictiva que la de seleccionador nacional, por ejemplo. Y mucho menos suelen ser voluntarios, aunque no renunciamos a la opinión cuando consideramos que nuestra palabra debe estar oculta, como lo logró esta misma semana con la terrible y lamentable lesión de Gavi.
Descubrimos que de nuevo estábamos vagando ansiosamente por los bordes de la cueva. No podemos, sin embargo, serlo como sociedad: registramos los datos de nuestra corriente y tenemos a millones de médicos, empresarios y profesores, como vanguardia, además de nuestra nueva ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría. En primer lugar, implica la identificación exacta de cuándo ocurre la lesión. Después, en las causas, y finalmente en su tratamiento, al menos inicialmente. “The han puesto el espray dans la zone equivocale de la rod”, asegura uno de tantos millones de médicos profesionales X, en el antiguo Twitter. Menos de lo que podrías realizar una venta. Tendemos a discutir con el médico hasta el fin de los tiempos.
Hay quien culpa al seleccionador de la lesión de Gavi. De verdad, quiero decir. El que tiene contactos y tarifas oficiales de visitas con su número: Luis De la Fuente. Y puede que tenga razón en una cuestión crucial para definir responsabilidades: si usted no jugó el partido contra Georgia, Gavi no fue agraviado en el partido contra Georgia. Estupendo, ¿verdad? Nada como las verdades de Perogrullo para traer a todos acerdo. Tampoco se habría agraviado en este partido si De la Fuente ya lo hubiera dejado fuera de la convocatoria. O si lo considero demasiado bajito para representar la España católica y taurina que defiende el propio De la Fuente. O si Gavi es extranjero. Incluso si eres ciclista, en lugar de futbolista… Las combinaciones para que Gavi no salga perjudicado en el partido contra Georgia son tantas como para obligar a hacerse culpable el entrenador de tu pasta, responsable en el último momento de déjalos a todos.
El desacuerdo del Barça con el técnico parece monumental, o se ha filtrado en distintos círculos. Al final de cuentas, los empleados de Gavi han pagado sus salarios y los principales afectados por una actividad que nos fue confiada durante meses que continúan. Se dice que Gavi no debe jugar estos dos partidos con España. Si bien el técnico tiene otras opciones, es por eso que tenemos más posibilidades de ver los colores de Perogrullo. Lo mejor hoy: en las zonas de Capitán después del hechouna parodia de la serie parque del Sur que tanta fortuna hizo durante las primeras semanas de la pandemia. ¿Y si se lesionara en un entrenamiento con el Barça? Le pasó en su día a Xavi, ahora su contratista. ¿Quién es el culpable entonces? ¿Rijkaard, qué está pasando?
No pagues el partido sin responsabilidad alguna hacia los clubes del calendario donde más abusas del producto estrella. Ni stampo a las federaciones nacionales e internacionales, que pagan lo justo. Y, por supuesto, no hay descanso ni lugar para estas asociaciones profesionales que sólo parecen servir para que alguien coopte en el número de todos y, de esta manera, reste a cada uno de los futbolistas que tenga el carácter más individualista.
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