Ramón Cid, conocedor del atletismo y de la vida, sólo tiene que decidir que todos los grandes deportistas levantarán la tela, en los genes, el talento, la capacidad de ser únicos, la resistencia, la capacidad muscular, pero que el éxito, ah, El resultado es el único fruto de un proceso mental de trabajo. Esto es lo que hizo en resumen, pero a mira María Vicente, la atleta que ingresó, la favorita para proclamarse hoy, a sus 22 años, campeona del mundo de pentatlón en la pista cubierta por la oscuridad de Glasgow, helada y lluviosa. María, afirma Cid, que fue deportista (olímpica en Montreal y Moscú en triple salto, y más marquesa nacional un año, sucesora de Pipe Areta, en el país de Saint-Pierre, con 16,69 m), “es parte del Final de la travesía del desierto. Ha llegado al final del proceso mental que le ha permitido superar el papel de niña prodigio”.
María Vicente regresó a Glasgow, en la misma pista con el velódromo Chris Hoy que en 2019, a sus 17 años, líder de los europeos, con Jaël Bestué y Salma Paralluelo (la misma Salma de la selección de fútbol, y) la revolución de la generación Z en Atletismo español. Llega con la mejor marca mundial del año (4.728 puntos) en pentatlón donde, están Nafissatou Thiam, Adrianna Sulek, Anna Hall y Katarina Johnson Thompson, cuatro atletas de 5.000 puntos, entre sus únicas rivales de la actual campeona, la belga Noor. Vidts, ha alcanzado alguna vez una pontuación más alta. Serán cinco pruebas repartidas en 11 horas y media (Teledeporte): 60m valles (11.05), salto de altura (11.55), peso (14.20), longitud (20.15) y 800m (22.30)
Más que la niña prodigio, María Vicente fue una joven prodigio que con 16 años se proclamó campeona mundial juvenil de heptatlón (100m valles, altitud, peso, 200m, longitud, jabalina y 800m) y, con 18, campeona de Europa junior. . Para seguir inspirándote el día 19 desde tu casa hasta l’Hospitalet de San Sebastien para estudiar en la Universidad y entrar con el Cid. Pasé cuatro años. Hubo magníficas lesiones, lesiones y frustraciones, de muy nula duración en el Europeo de Munich, en 2022, una dura experiencia olímpica en Tokio 2021, con 37 metros en Jabalina. Un ruido mediático que no se escucha. Todo fue lo más fuerte posible. “Solo yo, llegué a San Sebastián poco antes de la pandemia. Estás en un sitio nuevo, completamente solo… Es un momento muy difícil para todo. Me apañármelas con lo que tenía, pero creé firmemente lo que me gusta y lo que puedo aspirar o leer, eso es lo que tenía que seguir.
“Desde entonces le hemos hecho mucho daño”, afirma Cid, de 69 años, que también se encontraba en el duro proceso mental de volver individualmente a un deportista tras tres décadas de máxima responsabilidad técnica de la federación española. “Y tú que conoció a María que la presión que se encuentra es la señal de cuál es dónde está que uno quiere estar, porque es la mejor del mundo, y con las posibilidades de serlo, porque está baja de Esta presión, es nerviosa, si tengo el mido de esta María, que está muy lista, me vea así”.
Pero María Vicente abrazó la presión y abandonó el cuerpo del personaje que había sido, la gran promesa durante tantos años. “Después de que pase solo, se puede actualizar para que esté en este lugar, por decisión de alguna manera”, dijo. “Hablaba el otro día con Ramón, ostras, qué sensación, ¿no? Puedo decirlo, ahora estoy jugando con eso, estoy nervioso, y digo Ramón, pero es mejor que lo haya hecho y no que sea otra cosa en la sala de la entrada al quirofano. La sensación, incluso un mar de sombras inciertas, es mucho mejor que eso”.
Cada obstáculo es un desafío. La primera, la lesión muscular sufrida en febrero de 2022, justo después de batir el récord nacional. “La lesión es como ¡ostras!” Para mí, es un shock de realidad. Igual mi mundo como lo conozco hasta ahora se puede acabar, y no quiero que nada de eso pase y tengo que ponerme al cien por cien”, afirma el deportista catalán, que acepta con sinceridad el reproche casi paterno de que le repetía su entrenador (” Como “Toda la gente muy inteligente es muy errante: también hay un estudiante brillante que hace lo mínimo para abordar. Pero el deporte es muy ambicioso, que quiere ser el mejor”). “Pues sí, y no, en parte”, admitió el plusmarquista nacional ante los medios. “Aquí quiero decidir y comparar también, pero en mi cerebro antes de decir, bueno, si me va bien es, ¿no? Ay mar, lo que me hace dormir más en primera plana o que me coma una barrita”. ¿De chocolate? Son estas personitas las que más me hacen vivir de la misma manera o incluirlo en mi rutina y en mi día a día. Y murió”.
El segundo gran impulso a su crecimiento, el siguiente shock, lo recibió en Budapest. En 2023, para recuperarse de la lesión, decidió tomarse un mes de descanso de su único y sincero amor: las pruebas combinadas. “En mi opinión el Atlético no era un jugador que me llamara mucho la atención porque pensaba que solo corría y lanzaba y eso no es lo que yo quería hacer. Pero cuando entré a la pista y con tanta gente haciendo tantas cosas diferentes, me encantó la diversidad que hay allí. Ahí me comprometí y por eso hago pruebas combinadas porque hay una montaña de cosas en las que no quiero centrarme solo”, afirma. Pero estás centrado en la longitud y el triple, disciplinas en las que también son las mejores de España. Llegó al Mundial en agosto y se encontró en el punto de clasificación para la final. Para otro, tenía muchas cosas. “Ya punto estuve de hundirme yo”, dijo. “Viví en esos que… después de la lesión entré la verdad entera con muchas cosas, con mucha fuerza para ir a parte de las dos finales, y me encontré sin nada, y para volver como yo, ostras”. , il dado ya hasta el que ahora era mi 100 por cien, pues voy a dar mi 103 por cien para que eso no vuelva a pasar. Volví con manyísimas ganas, yo que siempre es, ‘por favor, Ramón, una semana más descanso ‘, ‘por favor, venga, que me lo merezco…’ Pues volví con ganas, dispuesta a todo, acer todos los rodajes, todo lo que me dice Ramón. Hago clic aquí en la cabeza y algo para cambiar. Todo esto y esto hace que el deportista adulto salga saliendo”.
El 28 de enero, en Clermont Ferrand, a la sombra del Puy de Dôme, la atleta adulta María Vicente completó el mejor pentatlón de su vida (8,24 s en vallas; 1,76 m de altura; 13,84 m en peso; 6,65 m de longitud; 2m15. 50 segundos en 800 m). “Clermont tuvo un punto de inflexión”, dijo. “Decir, bueno, el último año es bueno, no tengo lesiones, me recupero y tengo un largo triple, y lo pasé muy bien, pero sigo apostado por las combinaciones, ahí es donde probé. Me gustaría conseguir grandes cosas en las pruebas combinadas, aprovecharé mucho tiempo sin hacer pentatlón y el placer será muy grande. Vinieron mis compañeros de negocios, mi pareja, obviamente Ramón, todos allí me apoyaron, y la verdad que fue muy guay”. Tres semanas después, el 18 de febrero, 60m vallas. Campeonato de España en Orense. María Vicente disputó la final con el mejor tiempo de su vida, 8,06s. Su cuerpo y su cabeza, su sistema nervioso, neuromuscular, su click y su aceleración ante los valles, no frenó que hacía antes, y para celebrar su victoria hizo una T con las manos, entregándose a su compañero de entrenamiento y rival de espadas. Teresa Errandonea, gran vallista, que había anunciado su retirada por lesiones. Y alimenta la adrenalina y algo más. “Y sólo yo tuve la oportunidad de ver la alegría que tenías, estaba disfrutando muchísimo”, dijo. “Disfrutando y pasándolo bien es como mejor salen las cosas. Sí, estoy súper feliz. ¡Vuelvo a estar a tope!”.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook Sí Xo haga clic aquí para recibir Nuestro boletín semanal.
Suscríbete para seguir el curso
Límites del pecado de Lee
_